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¿Vale la pena comprar pisos con piscina comunitaria?

Publicado: Lunes, 14 Abril 2025

Verano. Te despiertas, corres las cortinas y ahí está: el reflejo azul del agua, tranquila, esperando. No es un hotel. Es tu casa. Cada vez más personas en España buscan ese bienestar diario que ofrecen los pisos con piscina comunitaria.

De hecho, cerca de 1 de cada 4 viviendas en venta ya incluye piscina. Pero antes de dejarte llevar por la imagen idílica, conviene hacerse algunas preguntas: ¿Realmente compensa pagar más? ¿Qué gastos y responsabilidades implica? ¿Y cómo saber si está bien gestionada?

En este artículo despejamos todas esas dudas para que tomes una decisión con los pies en la tierra... y, si merece la pena, los disfrutes también en el agua.

Una opción que inspira calidad de vida

El mercado inmobiliario en España ha experimentado, en los últimos años, un crecimiento importante en las inversiones en vivienda. Este avance se debe, en parte, a factores como la consolidación del ahorro familiar, las decisiones en torno a los tipos de interés establecidos por el Banco Central Europeo y el interés de la inversión extranjera en dicho mercado.

Tal situación ha impulsado la demanda de aquellos inmuebles que, además de ofrecer una ubicación privilegiada, cuentan con espacios comunes que fomentan el bienestar, como sucede con los pisos con piscina comunitaria.

Beneficios de contar con piscina comunitaria

La presencia de agua, incluso sin usarla, tiene un efecto psicológico positivo. Verla desde la ventana, saber que está ahí, genera una sensación de calma que influye directamente en el estado de ánimo. Además, muchas comunidades la rodean de zonas verdes que actúan como barrera frente al ruido urbano, creando un pequeño oasis en medio de la ciudad.

Pero más allá de lo emocional, la piscina comunitaria es también un recurso práctico:

  • Ocio en casa: puedes nadar, hacer ejercicio o simplemente relajarte al sol sin desplazarte.
  • Ideal para familias: los niños se divierten y socializan con seguridad, mientras los padres disfrutan tranquilos.
  • Ahorro y comodidad: el mantenimiento se reparte entre todos los vecinos, lo que supone un gasto mucho menor que el de una piscina privada.
  • Más valor para tu vivienda: los pisos con piscina comunitaria tienen mayor demanda y mejor reputación en el mercado inmobiliario.

Aspectos económicos y revalorización de las viviendas con piscina comunitaria

Aun cuando adquirir un piso con estas características implica gastos adicionales, los estudios indican que la inversión se traduce en una apreciación considerable del valor del inmueble.

Por ejemplo, la compra de un piso que incluye piscina comunitaria supone, en promedio, un sobrecoste del 65% respecto a viviendas sin ella. Esto se debe a la escasez de oferta en el mercado y a la alta demanda, lo que favorece la revalorización a largo plazo.

Asimismo, en ciudades como Santa Cruz de Tenerife, la diferencia de precio alcanza hasta el 108% en comparación con pisos sin piscina. Esta variación se debe a factores como el clima, la ubicación geográfica y el urbanismo que, en conjunto, generan una mayor competitividad en zonas con alta demanda vacacional.

Esto quiere decir que, aunque el desembolso inicial sea mayor, la inversión se compensa por el aumento del valor de la vivienda y por los beneficios a nivel de calidad de vida, por lo que puede ser una inversión inteligente si se quiere vender la propiedad a futuro.

¿Cuáles son los gastos asociados de un piso con piscina comunitaria?

En este tipo de inversiones, es necesario tener en cuenta que la inclusión de una piscina comunitaria no está exenta de gastos. Por ejemplo, el mantenimiento periódico de estas instalaciones puede representar entre 600 y 1.500 euros anuales para la comunidad de vecinos. Por tanto, habrá cuotas mensuales adicionales en el pago de la comunidad.

No obstante, en comparación con la inversión y los gastos de mantenimiento de una piscina privada, el gasto es mucho más barato y rentable, todo esto en lo que respecta a los gastos no extraordinarios.

Ahora bien, un elemento básico para decidir si vale la pena comprar un piso con piscina comunitaria es conocer las obligaciones legales que implica ser parte de una comunidad de propietarios. Por ejemplo, la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) es la normativa que regula, entre otros, el mantenimiento y las obras en los elementos comunes, incluida la piscina. Según el Artículo 10 de la LPH, se establece que:

“Tendrán carácter obligatorio y no requerirán de acuerdo previo de la Junta de propietarios… las obras y actuaciones que resulten necesarias para garantizar los ajustes razonables en materia de accesibilidad universal… siempre que el importe repercutido de las mismas, una vez descontadas las subvenciones o ayudas públicas, no exceda de doce mensualidades ordinarias de gastos comunes.”

Esto implica que, en el futuro, la comunidad podría verse obligada a realizar obras de mejora o reparaciones, por ejemplo, para adaptar la piscina a criterios de accesibilidad, cuyos costes se repartirán entre todos los propietarios según su cuota de participación. Por lo que, dichas cuotas se verían elevadas por este tipo de situaciones imprevistas y sin tu autorización.

Estrategias para evaluar una piscina comunitaria como un experto

No todas las piscinas comunitarias ofrecen la misma experiencia. Algunas son auténticos paraísos bien gestionados; otras, en cambio, acaban generando más problemas que beneficios.

Por eso, si estás pensando en comprar o alquilar una vivienda con piscina, conviene analizar ciertos aspectos clave que te ayudarán a tomar una decisión más informada. Aquí van algunas estrategias prácticas para evaluar su calidad y funcionamiento:

1. Mira el agua... y lo que hay detrás

Una piscina bien cuidada se nota a simple vista: agua limpia, cristalina, sin olores extraños ni restos flotando. Pero el verdadero estado de salud está en lo que no se ve. Si tienes la oportunidad, pide ver el cuarto de bombas o pregúntale al conserje sobre el sistema de depuración.

Un mantenimiento profesional suele incluir filtros limpios, equipos en buen estado y revisiones periódicas. Si ves acumulación de suciedad, óxido o sistemas antiguos sin revisar, es una señal de alerta.

2. Visítala en “hora punta”

Ir a verla un martes por la mañana te dará una imagen ideal… pero poco realista. Lo recomendable es acercarte en fines de semana o en una tarde calurosa de verano. Así podrás observar cuánta gente la usa, si hay saturación, si los vecinos respetan las normas y si hay espacio para todos.

3. Habla con los veteranos

No hay mejor fuente de información que los propios vecinos. Los que llevan años viviendo allí pueden contarte cosas que no verás a simple vista: si ha habido problemas con fugas de agua, disputas por el uso de la piscina, falta de limpieza o incluso mal ambiente vecinal en verano.

Entonces, ¿comprar un piso con piscina comunitaria es una decisión acertada?

Salvo excepciones, comprar pisos con piscina comunitaria es una apuesta acertada por la calidad de vida, el bienestar y la revalorización del inmueble. Pues, aunque el precio inicial es superior al de una vivienda sin esta comodidad, la inversión se ve compensada por una mejora en muchos aspectos.

Los más destacados son: la calidad de vida y un posible retorno de dinero sustancial en caso de vender la propiedad.

Además, teniendo en cuenta que la distribución de los gastos de mantenimiento se realiza entre todos los propietarios, la compra de un piso con piscina comunitaria se vuelve rentable a largo plazo en comparación con una piscina privada.